Un 27 de marzo, como hoy, me ocurrió algo sumamente bueno: un amigo con cola llegó a mi mundo y al de mi familia y nos condicionó a quererlo como un Grimaldo más. Debo admitir que
empecé mal aquél día por una serie de cuestiones maléficas, pero el arrivo de mi can lo hizo todo mucho más superable y agradable.
Eso es todo, tenía que mandarle un saludo a mi estimadísimo
Chilcano.
Así se nos apareció:

Y ahora es un caballo blanco con chispas de chocolate:

PD: También tiene su
cuentito.
I love my dog - Cat Stevens
No hay comentarios:
Publicar un comentario