miércoles, 27 de octubre de 2010

Nice guys finish last

We are still fucking alive, desde luego. Si hay algo parecido a la felicidad total, seguro que es escuchar en vivo a Green Day interpretar Good riddance, Wake me up when september ends o Basket case. Recuerdo que cuando supe que este grupo, uno de los que más me gustaba durante mi adolescencia, iba a pisar suelo limeño y vi la fecha en que daría su concierto -conciertazo- me sentí un salado de pacotilla... "supuestamente voy a estar en Francia", y era una de las pocas cosas que lamentaba por entonces... luego alguien -mi hermano- me dijo que igual me comprara la entrada por si las moscas, y yo, estupidísimo, repliqué: "¿Para qué?". Me alegra que haya insistido, pues la de hoy (ayer) fue una de las mejores presentaciones a las que he ido en mi vida, y lo mejor es que fui sin ninguna sombra que empañara su recordación futura, como me pasó con la de los Fabulosos Cadillacs en Huacho o la de los Guns and Roses (ayyyy). Más que salado, lo del no-viaje me hizo sentir (bueno, Uds. ya se saben esa historia)... Hoy más que nunca tengo en cuenta lo que me dijo una amiga el día en que me rompieron el corazón: Lima aún te tiene reservadas algunas sorpresas.

Empezó así:

Nice guys finish last,
you're running out of gas.
your sympathy will get you left behind.
Sometimes you're at your best, when you feel the worst,
do you feel washed up, like piss going down the drain.

Y terminó así:

It's something unpredictable, but in the end it's right,
I hope you had the time of your life.

Excelentes: Welcome to paradise, American idiot, Redundant, Hitchin a ride, y Brain stew.

PD: Buena la nota sobre el concierto que sacó el elcomercio.pe.

domingo, 24 de octubre de 2010

Paso

paso1.
(Del lat. passus).
1. m. Movimiento sucesivo de ambos pies al andar.
2. m. Distancia recorrida en cada movimiento al andar.
3. m. Movimiento seguido con que anda un ser animado.
4. m. Modo o manera de andar.
6. m. Movimiento regular con que camina un animal con patas, levantando sus extremidades una a una y sin dar lugar a salto o suspensión alguna.
7. m. Acción de pasar.
8. m. Lugar o sitio por donde se pasa de una parte a otra.
9. m. Estampa o huella que queda impresa al andar.
10. m. Cada una de las mudanzas que se hacen en los bailes.
11. m. Cada uno de los avances que realiza un aparato contador.
12. m. Licencia o concesión de poder pasar sin estorbo.
13. m. Diligencia que se hace en solicitud de algo. U. m. en pl.
14. m. Pieza dramática muy breve; p. ej., el de Las aceitunas, de Lope de Rueda.
15. m. Licencia o facultad de transferir a otro la gracia, merced, empleo o dignidad que alguien tiene.
16. m. exequátur.
17. m. En los estudios, especialmente de gramática, ascenso de una clase a otra.
18. m. Lance o suceso digno de reparo.
19. m. Adelantamiento que se hace en cualquier situación, de ingenio, virtud, estado, ocupación, empleo, etc.
20. m. Trance de la muerte o cualquier otro grave conflicto.
21. m. Cada uno de los sucesos más notables de la Pasión de Jesucristo.
22. m. Efigie o grupo que representa un suceso de la Pasión de Cristo, y se saca en procesión por la Semana Santa.
23. m. Cláusula o pasaje de un libro o escrito.
24. m. Puntada larga que se da en la ropa cuando, por usada, está clara y próxima a romperse.
25. m. Puntada larga que se da para apuntar o hilvanar.
26. m. Acción o acto de la vida o conducta del hombre.
27. m. Lucha o combate que en determinado lugar de tránsito se obligaban a mantener uno o más caballeros contra todos los que acudieran a su reto.
28. m. Cineg. Sitio del monte, por donde acostumbra pasar la caza.
29. m. Cineg. Tránsito de las aves de una región a otra para invernar o estar en el verano o primavera.
30. m. Geogr. Estrecho de mar. Paso de Calais
31. m. Mec. Distancia entre dos resaltes sucesivos en la hélice de un tornillo.
32. m. Perú. Examen parcial escrito.
33. m. p. us. Repaso o explicación que hace el pasante a sus discípulos, o conferencia de estos entre sí sobre las materias que estudian.
34. m. desus. peldaño.
35. m. pl. Dep. En baloncesto y balonmano, falta en que incurre el jugador que da más de tres pasos sin botar la pelota.
36. adv. m. blandamente.
37. adv. m. quedo (con voz baja).


La distancia que recorremos al andar es directamente proporcional a las ganas que le ponemos a nuestros pasos. Si son fuertes, no hay duda. Adelantarse tampoco es bueno, pues puede perderse el sentido del gusto. La prueba está en no extraviar el ánimo de seguir o no detenerse sin razón alguna (por algo que no vale la pena), pues quizá no llegaríamos jamás a un destino en el momento en que debemos, y así nos quedaríamos, sin saberlo, a medio paso de un amor, de la gloria, del éxito, de un abrazo, de un noche inolvidable, de un día extraordinario, de oír una canción magnífica, de obtener el mejor chocolate del mundo... de eso que quieres tanto.

A medio paso de tu amor - Fito Páez

viernes, 22 de octubre de 2010

Réquiem

A la cucharita con la que me peleé al tomar la sopa.

Los corazones sufren cuando no se les escucha. Lloran porque no entienden cómo podemos razonar sus desgracias o cómo podemos traicionarlos. No aprueban las rupturas tontas, las negativas nada sinceras, las oportunidades desperdiciadas, pero, sobre todo, hacen marchas en contra del orgullo porque este no hace más que volverlos viejos, fríos, impotentes... y al final del desamor terminan frustrados. Ellos están despiertos todo el tiempo, evolucionando con cada cambio de estado... creciendo, endureciéndose si la pena es grandiosa o cual gelatina cuando se enamoran.
Los corazones son regalos perfectos que damos rato en rato sin chistar, arriesgándonos a perderlos completamente... y se ponen reflexivos, muchas veces tercos y soberbios... Ay, corazón muerto, de rencor, de soledad, de poca fe; a menudo sale con el vino para olvidar, para hacerse el reto de regresar a la vida, esta vez más guerrero y mucho más despierto o calculador. Le dicen maldita la persona que te hizo daño, y añaden, aquella que no entendía el poder que tuvo entre sus manos, entre su pecho, y el calor que generaba todo ese amor desperdiciado sin sentido, durante tanto tiempo.
Es un hecho: mi corazón está herido, con un yeso y una vendita de color... gracias al cielo hubo quien lo recogió en la carretera y le dio agüita y su buena dosis de alcohol. Estuvo en cama por tres meses. Apenas vuelve a caminar, pero cómo es el curioso sueño y empeño, ya que ahora, medio cojo, medio ciego... aún quiere volver a amar.

Lima, 30 de enero de 2002

La fuerza del corazón - Alejandro Sanz

miércoles, 20 de octubre de 2010

Devoción

devoción.
(Del lat. devotĭo, -ōnis).
1. f. Amor, veneración y fervor religiosos.
2. f. Práctica piadosa no obligatoria.
3. f. Inclinación, afición especial.
4. f. Costumbre devota, y, en general, costumbre buena.
5. f. Rel. Prontitud con que se está dispuesto a dar culto a Dios y hacer su santa voluntad.


Si hay algo en lo que uno debería de creer es en la fuerza con la que se enfrenta el día a día. Amar cada paso que uno da es una práctica que tendría que ser sencilla, más allá de las dudas que pudieran cubrirla. Como la espuma que genera el reventar de las olas, aparecen estas para tentarnos a parar, pero la voluntad -que es gracia fervorosa- gana si la mente se funde con la sensación de que la decisión de seguir es la correcta. Pronto se supera el dilema... y llegan otros, más complejos, más aterradores... y el mismo proceso se repite, una vez tras otra.

Mercy in you - Depeche Mode

martes, 19 de octubre de 2010

Lo que fuera

Antes de expresarlo, piénsalo bien. No es como decirle “te quiero” o “te amo” a alguien porque hacerlo implica un alto grado de compromiso. Cuando uno dice “te quiero” o “te amo” suelta al viento una sensación, un sentimiento que no amerita a posteriori ningún tipo de acción, a diferencia de un “yo haría cualquier cosa por ti” o alguna de sus variantes.
“Yo haría cualquier cosa por ti” implica realmente hacer cualquier cosa por el prójimo, desde ayudarle con un mandado hasta sacrificar algún sueño por su bienestar. Es el altruismo teledirigido. Es la terrenización del "te amo", la estrella de todos los detalles.

Sacrifice - Elton John

viernes, 15 de octubre de 2010

Salsa intelectual

Un poco de Wikipedia (por puro flojo): Rubén Blades Bellido de Luna es un cantante, compositor, músico, actor, abogado y político panameño que desarrolló la mayor parte de su carrera en los Estados Unidos. Su estilo ha sido calificado como salsa intelectual.
Desde los años 1970 hasta la actualidad ha grabado más de veinte álbumes y ha participado como invitado en más de 15 grabaciones con varios artistas de distintos géneros y tendencias. En reconocimiento de su labor ha recibido seis premios Grammy. Por otra parte, ha participado como actor en diversas producciones tanto de Hollywood como independientes.

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Cuando empiezan a escucharse los primeros segundos de Plástico todas las generaciones Grimaldo —y sus derivados XD— exclaman al unísono: “Que buena canción”.
Blades es, ¿cómo decirlo?, la banda sonora de mi familia. En reuniones podríamos tener todos discrepancias al momento de poner la música por una cuestión de jóvenes, tíos, adolescentes o humores diversos, pero si hay algo en lo que siempre coincidimos es en decir “Que buena canción”, cuando a través de un disco escuchamos como el panameño entona “Oye latino, oye hermano, oye amigo…”.
Es simplemente indescriptible la emoción que, personalmente, me invade cuando oigo —y veo— cómo una sala llena de personas de distintas edades, todas muy queridas por mí, cantan con un sentimiento notable, por ejemplo, El padre Antonio, mientras nos abrazamos y decimos salud.

Bueno… en ese contexto:

1. El padre Antonio y su monaguillo Andrés: Antonio cayó, ostia en mano y sin saber por que, Andrés se murió su lado sin conocer a Pelé.
2. Yo puedo vivir del amor: Dicen que para amar hay que sufrir en la vida.
3. Ligia Elena: Mientras tristes los padres preguntan en donde fallamos, Ligia Elena con su trompetista amándose están.
4. El cantante: Y nadie pregunta si sufro, si lloro, si tengo una pena que hiere muy hondo.
5. Decisiones: Decisiones, cada día. Alguien pierde, alguien gana ¡Ave María! Decisiones, todo cuesta, salgan y hagan sus apuestas, ciudadanía.
6. Plástico: No te dejes confundir, busca el fondo y su razón, recuerda se ven las caras, pero nunca el corazón.
7. Maestra vida: Y tengo amigos, conocidos y enemigos, amores que me han querido, y rostros que niegan verme.
8. Pedro Navaja: Cuando lo manda el destino no lo cambia ni el más bravo, si naciste pa’ martillo del cielo te caen los clavos.
9. Tiburón: Pónganle un letrero que diga: en esta playa solo se habla español.
10. Todos vuelven: Es santo el amor de la tierra (…) es triste la ausencia que deja el ayer.

jueves, 14 de octubre de 2010

Domo arigato

Un poema de uno de mis favoritísimos y un mensaje...

Tempusbrevis est - Luis Hernández

El gato del lado
Es amarillo
Un día
Se sentó al piano

Un gato al piano

Life is short
the Art is long

Es un gato decidido.

Llanto lluvia, lágrima incierta. Ayer de tristeza, hoy de alegría. Gracias hacen los sueños en el ánimo, como una sonrisa de claridad. Gracias hacen las esperanzas cuando están bien sazonadas de lucidez. Gracias dicen, los tipos como yo, ante las chicas como tú… ante gestos que valen más que todo el oro del Perú.
Simplemente eso, gracias…

Dar es dar - Fito Páez

martes, 12 de octubre de 2010

De la noche con garúa

Magia en cada gota, refrescando el humor decaído de un día con insomnio. De a saltos (con garrocha) el ánimo se cansa de llorar, como esa garúa que cae. La alegría le gana al amodorrado caminar de los sentidos. Ahora, por fin, vuelve a la vida.

Lima, 11 de octubre de 2001

Rain - The Seatbelts

lunes, 11 de octubre de 2010

Buenas nuevas

Ella me miró. Ella me escuchó. En dos horas entendíamos muchas cosas del uno y del otro. Y fue sensacional, porque como pocas veces le ocurre a un mortal, sentí que había encontrado a alguien que finalmente entendía mis desvaríos y me aguantaba. Sus largos cabellos caían sobre su espalda. Estaba linda, como solía estarlo por las tardes; o por las mañanas, cuando se sentaba a mi lado en clase y la pasábamos escribiéndonos notitas dulces y dibujando gatos con chalinas y capas a cuadros; o por las noches, cuando paseábamos por Miraflores conociendo artistas a través de sus obras en galerías. Recuerdo que un día me presentó a Benedetti. “No sé si alguna vez les ha pasado a ustedes…”, redactó a memoria en mi cuaderno multicolor. Recuerdo que un día se convirtió en la segunda mujer (no familiar) que me veía llorar, cuando desconsolado llegué hasta su casa tras mandar al diablo mis posibilidades de decirle a alguien que me gustaba precisamente que me gustaba. Recuerdo que una vez me quedé a dormir en su hogar -tras las celebraciones por mi cumpleaños- y, asustado por la historia que me contó sobre fantasmas dando vueltas por las habitaciones, solo pude conciliar el sueño por ratos, cuando la contemplaba al frente mío, recostada sobre el mueble mágico, y la notaba poseedora de uno de los rostros más apacibles que he visto en mi vida. Recuerdo que un día le dije “cuídate, que te vaya bien”, y no la volví a ver nunca más, pues su destino estaba en otro país. En aquella oportunidad la abracé fuerte, porque sabía que el cuerpo de alguien genial, quizá la más genial de todas las personas que había conocido hasta entonces, se despedía del mío. No recuerdo haber llorado, mas sí recuerdo, porque fue hace unas horas, haberlo hecho cuando me escribía que pronto, Dios mediante, íbamos a poder volver a cruzar sonrisas cara a cara. Entonces le dije, y estoy seguro que fue por eso: “yo sabía que había una buena razón para no haber podido ir a Francia este año”.

No me verás - Enanitos Verdes

lunes, 4 de octubre de 2010

Salud por eso

Salud por alguien que era tan hincha como uno y que amo, y sufrió, y rió, y se entregó, como todos solemos hacerlo alguna vez en la vida. Los comunes tenemos un poco de él en nuestra sangre, algo de su sonrisa y su afecto, algo de su poesía y su mirada. Lo entenderemos, algún día, como hoy, por hoy, y por mañana, o un año, cuando viremos o sigamos hacia donde Dios nos manda, o suele hacerlo. La vida es corta, vaya que lo es, y es mágica y formidable, como ella que lo quiso, o como aquella, que me quiso, y me dijo luego nunca más te he de volver a abrazar. Es dura, la congestión de los sentidos. Es razonable, la ingratitud de la sinceridad. Es coqueta, su revelación, la idea que dejó picando en cancha, una celeste Rímac, una que tengo en la frente y que actualmente entiendes tú, que lees y te preguntas ¿por qué? porque no hay más que aquello, salud, nada más, salud, que las 24 horas de este día ya acaban, porque no hay nada mejor que decir chau, cuando sabes que existe un nos vemos, donde quiera que sea eso. Salud.

Salud, dinero y amor - Los Rodríguez