Esta vaina la redacté hace años... por alguna razón volví a toparme con el papel donde la escribí, así que... vaaaa, supongo XD
La vieja soledad establece una consideración especial llamada costumbre. Generalmente, esta situación adormece cada músculo del cuerpo y, en especial, de la solemne (y ciertamente maltratada) alma. Costumbre es quedarse sentado sin más ánimo que el quedarse sentado; costumbre es no tener el más mínimo gusto por cambiar un objetivo. Costumbre es vivir todos los días igualitos esperando terminarlos, aún sabiendo que el siguiente va a ser semejante.
La vieja soledad establece una dudosa y relativa sensación de vacío, de incompetencia, de complejidad innecesaria. Va acompañada de una angustia inescrupulosa y compacta, todoterreno de pena, de nostalgia… felizmente existen los días variados, las situaciones sorpresivas, los encuentros inesperados, los amigos.
Más guapa que cualquiera - Sabina y Páez
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