viernes, 26 de marzo de 2010

Knockin' on heaven's door

Fueron cuatro puñaladas certeras, cada una más cercana al corazón: Cause you could be mine, but you're way out of line. No pude aguantarlo y lloré… hacía una semana que no lloraba por ello, pero simplemente no aguanté: “Tienes que dejarme ir”, y ahora ¿a qué costo?
Siempre que estábamos juntos -y con tiempo- trataba de hacerle escuchar cuatro de los grupos que esperaba poder ver en vivo en algún momento de mi vida: Led Zeppelin, Kiss, Jamiroquai y Guns and Roses. Así que cuando la avalancha de artistas empezó a caer en nuestro país mi esperanza de que vinieran estas bandas creció y, mejor, mi esperanza de oírlas personalmente junto a ella.
Mi estrategia particular con Guns and Roses fue tratar de acercarla a You could be mine por intermedio de Terminator II. Se la vendí así, aunque nunca le llamó la atención porque simplemente no había visto antes la pela. Después, Sweet child of mine… siempre me la pasaba cantándola… cantándosela. El resto de temas trataba de oírlos cuando estábamos juntos, para que se le pegaran por recordación, tal cual ocurrió con un par de canciones de Kiss: Sure know something y Every time I look at you. Con el resto de temas me refiero prácticamente a Knockin' On Heavens Door y November rain.
Cuando la noticia de que Kiss tocaría en el Perú corrió, pensé “excelente”, sin embargo, nunca tuvimos la oportunidad de ver a los locos esos porque justo el día del concierto ocurrió uno de los acontecimientos más trágicos por los que pasé el año pasado: el fallecimiento de mi querida abuela Aurora. Una gran pena que amarraba otra menos grave, pero no por ello menos lamentable.
Después se fue a Francia y luego otra noticia: Guns and Roses en Lima. Y quise ir, desde luego, y quise ir a pesar de que sabía que iba a extrañarla durante toda la noche, de que iba a mirar mi mano y no iba a encontrar rastros del anillo que me dio hace casi siete años y que mi pulgar izquierdo iba una y otra vez a buscar un sólido inexistente en mi anular… y así lo hice durante la noche de ayer, esperando verla allí, a un lado, sonriéndome, o poniendo cara de cansada o de payaso.
“Tienes que dejarme ir”. Seguro que sí. Feels like I'm knockin' on heaven's door. Sebastian, mi hermano menor, en tanto daba brincos bastante curiosos. Her hair reminds me of a warm safe place where as a child I'd hide. Tres canciones consecutivas. Tres golpes consecutivos. Mi corazón rebotaba en un sístole y diástole de aquellos. No lo pude calmar. When I look into your eyes I can see a love restrained … Y fallecí allí mismo.

So if you want to love me
then darlin' don't refrain
or I'll just end up walkin'
in the cold november rain.
Do you need some time
on your own
do you need some time
all alone,
everybody needs some time
on their own
don't you know you need some time
all alone…

Ella debió haber estado allí, conmigo, disfrutando de ese momento que tantas veces quise que compartiéramos. No fue absoluta, la felicidad, porque de nada sirve tenerlo todo en la vida cuando se está solo, cuando no está la persona con la que uno quiere envejecer. Ja, hace poco me dijeron que me iban a aumentar el sueldo y que ya no iba a ser redactor de la publicación en la que escribo, sino subeditor. Ja, lo primero que me vino a la cabeza fue “cuando se lo cuente se va a alegrar”, y cuando me di cuenta que al volver a mi casa no iba a verla recibirme con una mueca y un poco de arroz, papas sancochadas, choclo, atún y huacatay… Ja. “Tienes que dejarme ir. Te va a hacer bien estar solo, como a mí”. Una risa para no llorar, mas no como anoche, que no pude esconder la nostalgia de nadie, sobre todo, de mí mismo.

November rain - Guns and Roses

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