martes, 11 de junio de 2013

Bitácora de un gato en Nice: Camino al mar azul

Como un niño, apoyado frente a la ventana del tren, viendo como los árboles pasan y el océano empieza a aparecer, magnánimo. La sensación es similar a la que tenía cuando mis padres me llevaban a Ancón, un balneario ubicado al norte de Lima. "Playa", pensaba, y mi corazón saltaba de alegría, pues sabía que vendrían buenos momentos.
Afuera hay un mar enorme, esta vez es azul, como nunca he visto uno en mi vida. "Genial", pienso ahora. Très cool.


Porque este amor es azul, como el mar azul ♫

Estuve molestando mucho con esa canción... mi grupo, formado por dos amigas rumanas y un colombiano, empezó el día arribando a Nice. La caminata allí, transitando por la Promenade des Anglais, es super interesante y bella, pues la vista de los alrededores es algo formidable. Guardando las distancias, me recordó un poco a la que se ve en la Costa Verde, solo que albastra (que es azul en rumano, según me enseñaron).
Por la tarde tocó ir a Cannes, donde, por fin, pude remojar mi cuerpo y nadar en aguas mediterráneas. Un rico helado en el pueblo antiguo de Nice y el mundo se ve de una forma distinta.

Blue morning

Nuit, voyage
sin reflejos, el vidrio
afuera
cualquier ciudad se parece, a esta
como luciérnagas pasan
las luces
en la oscuridad
y cuando la mañana llega
rumbo a Niza
matin, voyage
afuera es azul
mar inmensurable
el reflejo, el vidrio
es un gesto
que aprueba la aventura
océano, recuerda
rica extensión de sueños
                          inexplorados
océano, recuerda
bonjour, ça va?
Camino a Nice, en Toulan

A murder of one  - Counting Crows

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