miércoles, 12 de junio de 2013

Bitácora de un gato en Mónaco: Hogar de los Grimaldi

Mis amigos y yo despertamos hoy en Cannes y nos dirigimos a Mónaco, donde visitamos el Casino de Montecarlo y el Palacio del Príncipe de Mónaco.
Mónaco es el segundo país más pequeño del mundo después del Vaticano. Sus aguas están llenas de yates lujosos y sus calles muestran palacios y fuentes de agua. Todo aparenta ser caro. Lo es.


Al margen de ello, lo que me llamó la atención fue el orden extremo y lo pulcro de sus calles. Los autos, por ejemplo, se detienen ante la presencia de un peatón, pues no hay semáforos... algo loquísimo, sobre todo para un peruano acostumbrado a jugarse la vida en cada esquina limeña.
Otra cosa que me pareció interesante fue el encontrar el apellido "Grimaldi" por todas partes, pues, como sabrán, mi apellido es Grimaldo. Sobre esto, yo siempre pensé que los Grimaldi, italianos ellos, habían llegado a la costa peruana y se habían hacendado en Ica, lugar en el cual su apellido se castellanizó. De esto, mi abuelo, chinchano él, tengo entendido, confirmaba la existencia de algunos parientes suyos de sangre europea pura.


Señala una fuente de apellidos peruanos: Grimaldo, "procede de Grimaldo, hijo del rey franco Pipino del Heristal, soberano de Austria, que murió en el año 714. En el siglo VIII se asentó en Italia. De Génova pasó a España, según conocemos por un privilegio otorgado por el rey de Aragón".
¿Puede ser? desde luego, como también esto otro, más documentado: "La familia Grimaldi es la dinastía en gobierno más antigua de Europa, con más de 600 años de poderío en el pequeño principado de Mónaco. El origen de la familia se remonta a las primeras cruzadas y a Génova, en pleno auge por ese entonces. Grimaldo, un estadista genovés dio a luz una descendencia prodigiosa: sus hijos y nietos llevaron adelante exitosas expediciones marítimas en el Mediterráneo, el Mar Negro y el Mar del Norte, convirtiéndose en una de las familias más poderosas de la ciudad de Génova". Lo que significaría que, más que castellanizarse, el apellido volvió a ser el que era al llegar a América. Vaya, vaya... quizá soy conde y ni idea.

Atrapo la ilusión - Elizabeth Grimaldo (¿?)

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