Una de las cosas que más me llama la atención en Inglaterra es el color rojo que tiñe muchos de sus edificios. Si en París el blanco es el color que domina la mayor parte de sus casas, en lo que he visto aquí es el marrón y los tintes rojos, algo que pude ver incluso desde el avión.
Hoy tocó Liverpool y mucho de estos edificios rojos, sobrevivientes a la revolución industrial, pegados a un río enorme, el más grande que he visto hasta ahora: el río Mersey. A su lado, en un restaurante super nice, tuve la oportunidad de probar el tradicional fish and chips, que es básicamente pescado rebozado acompañado de papas fritas.
Sorteando a tipos amables, ingleses, con un acento raro, muy difícil de entender, llamado "scouse", mi guía en estas tierras (mi hermana) y yo llegamos ante el museo de los Beatles y entramos a pasarla bien. Una pena que no pudiéramos tomar el "Yellow Duckmarine", un tour por la ciudad llevado sobre un vehículo anfibio que eventualmente entra al Mersey.
Yellow submarine - The Beatles
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