Algunas cositas que me llamaron la atención tras mi primer día de marcha en solitario en Manchester rumbo al Fog Lane Park:
1) En Manchester las calles tienen un orden lógico: grandes avenidas marchan en paralelo. Si las sigues llegas a un lugar medianamente conocido en donde puedes encontrar transporte para cualquier lado de la ciudad. En París puedes andar horas y horas en círculos y desesperarte si no andas con un mapa a la mano.
2) No se si era por el relativo mal tiempo (salía el Sol, garüaba, salía el Sol), pero el parque al que fui estaba completamente vacío. Por ahí un par de personas corriendo, otros jugando fútbol (oh, mygod, juegan fútbol aquí, que bacán), y otros lanzándole comida a los patos y gansos (la señora que lo hacía tenía un perro y al verme contemplarle me regaló una sonrisa -punto para Manchester). En París, en cambio, un parque hubiera estado mejor cuidado y lleno de gente tomando sol, relajándose o compartiendo un picnic.
3) La gente es super amable en Manchester. Simplemente por saber eso paré a un par de personas en la calle y sonrientes me indicaron la dirección que tenía que seguir (tres puntos más para Manchester). En París te mandan al diablo, sobre todo si no hablas francés. Los parisinos son unos malhumorados pesados.
4) No hay mujer mejor vestida y linda que la parisina (cien puntos para París). En Manchester, o en Inglaterra (dada mi experiencia en Liverpool, Chester y Londres), las mujeres no se visten bien, pese a que parece que se van a ir todo el tiempo de fiesta. Lo siento, pero da la impresión de que estuvieran yendo a "trabajar", if you know what I mean.
5) La limpieza de las calles es incomparable en Manchester. En las afueras se pueden encontrar incluso calles muy lindas, llenas de flores y jardines perfectamente cuidados, pasto al lado de las veredas con árboles que le dan un colorido muy particular a cualquier caminata. París, en cambio, más allá de su mugre, tiene ríos como el Marne que distraen y refrescan la vista. Caminar tomando vino al lado del Sena siempre fue y será una de mis actividades favoritas.
6) Las habitaciones son medianamente grandes en Manchester: no se vive como en ratonera. En París el costo en dicho rubro es altísimo y lo que uno consigue por un riñón sirve apenas para guardar el otro. Con 19 metros cuadrados -el mínimo espacio reglamentado por ser humano- uno no puede moverse mucho: un sofá cama, un baño, una cocina, that's it... todo en un mismo ambiente a veces. Una merde.
7) El clima está loco en Manchester, cambia -como ya lo mencioné antes- de un momento a otro, pero no es abusivo. Me gusta mucho cuando llueve aquí: todo el asunto de sacar el paraguas o caminar bajo la lluvia me encanta. En París el clima mata: si hace frío, te jodiste... y si hace calor, calatéate. Lo bueno es que lo puedes medir: difícilmente tiene cambios de temperatura bruscos, así que te da la oportunidad de prepararte.
PD: Obviamente Manchester no es Londres, que es capital como París... sin embargo es una de las ciudades más grandes del Reino Unido, lo que debería bastar para el comparativo. Aquí no siento el estrés que parecían tener los habitantes de París, es más, tengo la sensación de estar más en un pueblo que en una gran metrópolis. Lo que no sé si es bueno o malo, dada mi condición de siempre capitalino.
I want it all - Queen
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