martes, 29 de noviembre de 2011

El hombre más rico del mundo

Tuvo un sueño en el que su hijo, producto de una extraña enfermedad, moría ante sus ojos. Tan rara era que ni el mejor de los médicos que el dinero podía pagar pudo salvarle. Cuando despertó, corrió hacia la habitación de su retoño y lo abrazó fuertemente. Así nomás, sin arreglarse, se encaminó rápidamente a la iglesia y le regaló un par de centavos al mendigo que se sentaba en la puerta y que, al igual que su pequeño, apenas y abría los ojos. Se sintió mejor, como si de golpe hubiera solucionado todos los problemas del universo.

Lima, 19 de octubre de 2003

No tengo dinero - Juan Gabriel

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