lunes, 16 de enero de 2012

El palomo

Es para que volemos al lugar que más quieras ♫



Debería ser sencillo, ¿no? decirle a alguien: "Sabes, me gustas", y luego esperar la respuesta, que básicamente podría ser un "sí" o un "no"... pero ¿y qué tal si el propósito es, digamos, bastante más frío? "Tu y yo nos llevamos bien, ¿y si lo intentamos?". Aún no hay ¿amor?, pero sí la intención de fortalecer una relación basada en algún punto de concordancia, como por ejemplo...
Los últimos días me la he pasado hablando de esto con un par de personas... ¿qué se necesita ver en el otro para tener una relación que pueda llegar a ser lo suficientemente sólida en el tiempo, difícilmente desgastable? mmm... a mi parecer, (sí, a mi parecer) hay cuatro factores a considerar: los básicos y ultraconocidos corazón y razón, y los no menos importantes atracción y  ardillez.
Uno puede querer mucho a alguien porque está ahí, porque es una fuente de apoyo constante, pero si no se le admira de alguna forma, al final se puede llegar a perder el interés en ella, si no nos hace reír, si no hay nada en común, si no camina en el mismo sentido. De igual manera, razonablemente uno podría pensar que cierta persona nos conviene por tal y cual motivo, pero si no es capaz de encender algún tipo de chispa en el bobo, ni modo. Generalmente, al tomar decisiones en este campo, tratamos de encontrar un equilibrio entre lo racional y lo emotivo buscando el menor margen de error posible en función de lo que uno haya vivido y aprendido.
Asimismo, la mera atracción por alguien puede mantener una relación por un tiempo, el tiempo que el rostro y/o el cuerpo de la pareja nos resulte agradable, lo mismo si se es bueno en la cama: si solo hay eso (por más que sea un poderoso factor, causal de fuerte enganche) es como comer tiradito (XD) todos los días, lo cual al comienzo puede parecer buenazo, super rico, pero en algún momento puede llegar a aburrir, además, una vez uno se come el pescado ya no queda nada más que comer sobre el plato.
Cada quien pone los porcentajes en el grado que le parezcan importantes, mas siempre tiene que haber algo de algo. Creo que cualquiera de los cuatro puede llegar a incitar el interés por iniciar una relación con alguien, y si al comienzo se tiene el marcador de uno en cero, el tiempo, el carácter, la cotidianidad y hasta la fortuna pueden llegar a hacer que este suba -al menos- unos puntos, los suficientes, siempre y cuando la experiencia ayude y exista el compromiso y mucha, bastante, harta comunicación.

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