Dice el gato que no habla, que maulla. Que todo antes de su ascenso era cuesta abajo. Y que al caer, la suerte lo mantuvo en cuatro patas. Que de eso hace unos meses. Hoy, que sigue maullando como Dios manda, dice que el techo le queda grande, que no hay gata por la que lo volvería a hacer y que el pescado es más rico dentro de la casa. Dice que si bien aún le quedan dos vidas, que ello no es nada comparado a las nueve que tenía, así que -asegura- no se relajará más. Dice que su corazón es más ancho y que puede que sea más autodidacta y autosuficiente, más autocomplaciente y autobot. Dice el gato que no habla, que maulla. Que es su año, que es su día. Dice que le encanta que le brinden compañía, que le hagan piojito y que le canten al oído (una de Spinetta o Santeria). Dice que no es perro, que es buen amigo y compañero. El gato maulla... maulla... maulla... no habla, pero dice, vaya, ¡tantas cosas!
... cada que otra vaina, tonterías :D
PD: Algo super lindo: Simon's cat en Let me in!, y un texto que escribí hace uf: el decálogo del buen minino.
Year of the cat - Al Stewart
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